jueves, 29 de septiembre de 2011

Esquizoanálisis un camino libertario





La Máquina de guerra hace parte de una ciencia nómada (menor) mientras que el Estado defiende una ciencia real (mayor). El régimen de la máquina de guerra es el de los “afectos”[1] (entendidos como la descarga rápida de la emoción… por oposición al sentimiento, que es una emoción retardada), que remite a velocidades, a líneas de fuga. El esquizoanálisis, por supuesto, está del lado del pensamiento nómada que se reterritorializa en la desterritorialización – la relación del nómada con la tierra es desterritorialización –. No hay que olvidar que la imagen clásica del pensamiento aspira a la universalidad (sostiene dos universales: el todo y el sujeto), mientras que el pensamiento periférico tiene como sustento una imagen libertaria (multiplicidades, variaciones de imagen) que no piensa en sujetos pensantes universales, sino que piensa en pensamientos de una raza particular; no se basa en una totalidad globalizante, sino que piensa en un medio sin horizonte, en un espacio liso (“mar, desierto, estepa”), es decir, el punto entre dos líneas. El Estado, por su parte, se ubica en un espacio estriado, sedentario, que corresponde a la línea entre dos puntos. Pero lo más importante de tener en cuenta es que los dos espacios difieren en naturaleza pero coexisten, están combinados. El uno trata de actuar redimensionando al otro y viceversa. Ahí, entonces, es donde se hace preciso establecer un devenir esquizoanalítico[2], rizomático que nos permita generar multiplicidad de brotes libertarios.


 Un ejemplo de devenir rizomático, es el devenir-animal, en el cual siempre se está haciendo referencia a una manada, a una población, a una multiplicidad, puesto que no procede por filiación, herencia, genealogía, sino por contagio o epidemia. En una relación se ponen en juego el hombre, el animal, con bacterias, microorganismos que no tienen la misma filiación sino que provienen de distintas ramas, distintos lugares. Así las cosas, el universo no procede por filiación. El devenir-animal tiene que ver con manada y contagio. Pero no hay que olvidar que en medio de dicha multiplicidad se encuentra un individuo excepcional (una especie de jefe de manada) y con él hay que aliarse para devenir-animal. Ese individuo no es el representante, el modelo de una manada, ni tampoco el favorito. Él ocupa una posición o múltiples posiciones, y no es ni individuo ni especie, simplemente contiene afectos. Y puesto que en la multiplicidad, lo que existen son líneas y dimensiones “intensas”, aquél personaje se ubica en una línea de borde, periférica (el lugar realmente existente de la manada, por lo tanto, el camino para acceder a ella). Con el “individuo excepcional” lo que se puede establecer es un pacto, una alianza (algo similar, y no opuesto, al contagio de manada).


 Para finalizar, queremos resaltar que ante todas las anteriores perspectivas, surge el arte como una posibilidad para establecer prácticas de resistencia frente a la estructuración uniformizante que se nos impone de diversas maneras. La propuesta del arte en el esquizoanálisis nos convoca a la producción, teniendo en cuenta que las artes se han preocupado de “hacer” no de “reproducir” (de hacer visible no de reproducir lo visible, de hacer sonoro no de reproducir lo sonoro). Como alternativa, el mecanismo que  nos proponen y sobre el cual nos invitan a detenernos Deleuze y Guattari,  es el ritornelo, el ritmo del territorio: “el conjunto de materias de expresión que traza un territorio (…) un prisma, un cristal de espacio-tiempo”. El ritornelo actúa sobre lo que le rodea y extrae de ello “vibraciones, descomposiciones, proyecciones y transformaciones”. La praxis, por tanto, supone dejarse llevar por el ritmo, que es la acción, que no está codificado ni sujetado a una medida funcional, sino que es una variación constante realizada entre dos medios. El ritmo deviene expresivo dentro del territorio (es territorializado). Lo expresivo es previo a la fijación de territorio que realiza el arte. El territorio es un efecto del arte. El ritornelo, en principio, supone una territorialidad (un “agenciamiento territorial) pero luego se transforma interiormente, se desterritorializa y se dirige hacia el Cosmos (máquina cósmica) dándole paso a un segundo ritornelo (del devenir-territorial al devenir-cósmico). Sin embargo, en ambos ya está el ritornelo (él se transforma para pasar de uno a otro).

 
Como sostuvimos al comienzo del presente texto, tras recorrer los dos volúmenes de la extraña conjunción Deleuze-Guattari para ubicar la génesis y los postulados de la práctica esquizoanalítica, buscábamos afirmar que esta práctica fluye a la par y se entrecruza con el pensamiento libertario en varias de sus vertientes. Diversas lecturas post-estructuralistas no parecen objetar dicha cercanía, sin embargo, desde otras posturas ortodoxas, se señala al paradigma del esquizoanálisis como una abstracción despreocupada de los grandes meta relatos y por ende, fácilmente ubicable dentro de la variable postmoderna, obviamente, haciendo la conocida valoración peyorativa de ésta.

Desde nuestros flujos, que no se inscriben precisamente en la corriente post-estructuralista, sino que intenta hacer rizoma como individualidad anarquista, sí encontramos gran afinidad con las preocupaciones fundamentales del pensamiento libertario, el cual tiene claramente definidos sus principales enemigos (el estado, el capital, los partidos, los principios de autoridad, los fascismos, la delegación de poderes, etc.) y se mantiene luchando permanentemente por generar sus propias revoluciones moleculares para confrontarlos.

No quisimos hacer una presentación comparativa de conceptos y formas de acción; preferimos dejar al criterio del lector, el establecer los vínculos que para nosotros resultan evidentes, entre el esquizoanálisis y el pensamiento libertario.




[1] Potencia y afecto son nociones fundamentales en Spinoza. “La potencia está siempre en acto, está siempre efectuada. Son los afectos los que la efectúan. Los afectos son las efectuaciones de la potencia, lo que experimento en acción o en pasión, es lo que efectúa mi potencia a cada instante”.
[2] Deleuze y Guattari nos dicen que el devenir no produce otra cosa que a sí mismo, que no es lo que se imita o lo que se es (parecer, ser, equivaler, producir). Lo real es el propio devenir. Devenir es “extraer partículas entre las que se instauran relaciones de movimiento y de reposo, de velocidad y de lentitud, las más próximas a lo que se está deviniendo, y gracias a las cuales se deviene” (MM, 275). Se extrae de “las formas que se tienen, del sujeto que se es, de los órganos que se poseen o de las funciones que se desempeñan” … “devenir es el proceso del deseo” … “todos los devenires son moleculares” … “devenir nunca es imitar” (MM, 303). En fin, devenir es un rizoma.

Imágenes tomadas de la circulación libre en la red

martes, 13 de septiembre de 2011

Una voz por El Quimbo




“No es que esté ciego,
me están apagando la luz de mis sueños”.

Hugo Jamioy

La avidez con que se sigue agrediendo a la madre Tierra parece no tener límites, como tampoco lo tienen la avaricia y el deseo irrefrenable de acumular y acumular bienes de la manera más fácil y más irresponsable, sin importar por encima de qué intereses hay que pasar por alto. No es suficiente con escuchar el grito desgarrado que por todas partes clama por un instante de sosiego, ni las señales apocalípticas día tras día más robustecidas. Aún, los “malos hijos” siguen proclamando su victoria ante la madre que yace abandonada.

Una de esas agresiones a las raíces del planeta es el megaproyecto hidroeléctrico de El Quimbo, el cual ha empezado a desarrollarse por la multinacional española EMGESA con la anuencia del estado colombiano, desde hace más de tres años. No han valido los justificados reclamos provenientes desde diversos sectores sociales afectados, ni los sustentados estudios técnico-científicos que advierten frente al enorme daño ambiental que dicho proyecto provoca, pues aún, pasando por alto requerimientos legales básicos, las acciones han continuado, generando hasta el momento, notables daños en los entornos naturales y culturales.
 
Pero aunque la situación es difícil para las 500 familias que se han visto afectadas, las cuales temen por un desplazamiento masivo, muchas de ellas han mantenido un proceso de resistencia que ha logrado detener en parte el avance del megaproyecto, sin que todavía haya seguridad de su cierre definitivo puesto que las intenciones de la multinacional y de sus beneficiarios nacionales son las de continuar hasta ver consumado su objetivo, desconociendo el clamor de múltiples voces en su contra.



Desde este espacio, con el cual buscamos “crear, pensar y resistir”, sumamos nuestra voz a la de quienes resisten en el centro del Huila, con el auspicioso rumor del río Yuma*, y hacemos nuestro el canto del poeta yanakuna Fredy Chikangana, quien nos aporta su lucidez con su palabra de fuego.

Del reciente volumen (Herederos del canto circular) publicado en la colección “Un libro por centavos” de la Universidad Externado de Colombia, extrajimos estos dos bellos poemas de Fredy Chikangana.



PUÑADO DE TIERRA

Me entregaron un puñado de tierra para que ahí viviera
toma lombriz de tierra me dijeron:
ahí cultivarás, ahí criarás a tus hijos,
ahí masticarás tu bendito maíz
entonces tomé ese puñado de tierra
lo cerqué de piedras para que el agua no me
lo desvaneciera
lo guarde en el cuenco de mi mano, lo calenté
lo acaricié y empecé a labrarlo…
Todos los días le cantaba a ese puñado de tierra
entonces vino la hormiga, el grillo, el pájaro de la noche
la serpiente de los pajonales y
ellos quisieron servirse de ese puñado de tierra
quité el cerco y a cada uno les di su parte
me quedé nuevamente solo
con el cuenco de mi mano vacío
cerré entonces la mano, la hice puño y decidí pelear
por aquello que otros nos arrebataron.

DE LOS RÍOS

Navegando sobre un río silencioso
dijo un hermano:
“Si los ríos pudieran hablar
cuánta historia contarían…”
Y alguien habló desde lo profundo de esa selva misteriosa
“la historia es tan miserable
que los ríos prefieren callar…”

Para conocer más sobre los acontecimientos que han venido teniendo lugar en el territorio de 8500 hectáreas que componen El Quimbo, pueden visitar las siguientes páginas web:

---------------------------------
*Yuma es el nombre ancestral del principal río colombiano, al que los conquistadores llamaron Río Grande de la Magdalena.

Imágenes y vídeo, tomadas de la circulación libre en la red